OEEEEE, OEEEEEE, OEEEEEEEE, OEEEEEEEEE
Nunca la roja había llegado tan alto. Creo que en los años cincuenta llegamos a ser finalistas pero, claro, entonces la roja era otra cosa. Y nunca nos había unido tanto a los españoles. Es chocante ver a un republicano de toda la vida ondear la rojigualda y a un facha ciclado gritar “arriba España” con el escudo constitucional pintado en el pecho mientras que, a su espalda, bailan, saltan y jalean Boris, Bertín, Rubalcaba, Rajoy, la Teresa y Rita la canción de los despeinaos, esa que dice: llegó la hora de vencer…. Mientras que el Zapatero se toma un respiro.
Incluso las mascotas de cada familia han lucido los colores en pirris, pañuelos y banderas enganchadas en sus lomos; aunque dudo de su pasión futbolera.
Incluso un pulpo se dedicó a hacer pronósticos.
Tengo que confesar que yo también ensayé las dotes de adivino del perro de mi compañera: para Holanda puse un tulipán y para España una cortadita apañada de jamón de Jabugo y acertó a la primera: al tulipán ni se acercó. Total que gracias a Nicolás pude ver todo el partido, prórroga incluida, la mar de tranquilo porque sabía, antes que ningún otro español, que íbamos a ser campeones del mundo.
Iniesta en los últimos minutos de la prórroga, con su gol, no sólo logró hacernos campeones del mundo (ya ves, yo campeón del mundo y desde la comunión no he tocado ni un balón) sino que ha conseguido que en dos días no haya ocurrido nada más en el mundo (a la tele me remito).
Hicieron su trabajo y lo hicieron bien; son los mejores del mundo en ello.
Nunca la roja había llegado tan alto. Creo que en los años cincuenta llegamos a ser finalistas pero, claro, entonces la roja era otra cosa. Y nunca nos había unido tanto a los españoles. Es chocante ver a un republicano de toda la vida ondear la rojigualda y a un facha ciclado gritar “arriba España” con el escudo constitucional pintado en el pecho mientras que, a su espalda, bailan, saltan y jalean Boris, Bertín, Rubalcaba, Rajoy, la Teresa y Rita la canción de los despeinaos, esa que dice: llegó la hora de vencer…. Mientras que el Zapatero se toma un respiro.
Incluso las mascotas de cada familia han lucido los colores en pirris, pañuelos y banderas enganchadas en sus lomos; aunque dudo de su pasión futbolera.
Incluso un pulpo se dedicó a hacer pronósticos.
Tengo que confesar que yo también ensayé las dotes de adivino del perro de mi compañera: para Holanda puse un tulipán y para España una cortadita apañada de jamón de Jabugo y acertó a la primera: al tulipán ni se acercó. Total que gracias a Nicolás pude ver todo el partido, prórroga incluida, la mar de tranquilo porque sabía, antes que ningún otro español, que íbamos a ser campeones del mundo.
Iniesta en los últimos minutos de la prórroga, con su gol, no sólo logró hacernos campeones del mundo (ya ves, yo campeón del mundo y desde la comunión no he tocado ni un balón) sino que ha conseguido que en dos días no haya ocurrido nada más en el mundo (a la tele me remito).
Hicieron su trabajo y lo hicieron bien; son los mejores del mundo en ello.
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Venga asoma la nariz y dime algo puede ser de forma anonima si eres vergonz@