Cuando los reyes eran magos
Que lejos quedan aquellas tardes de paseo buscando escaparates o algún puesto de mercadillo donde encontrabas aquel juguete y te afanabas en apuntar en la palma de la mano con un boli imaginario ¡me lo pido!, Sabiendo que si te dabas prisa la carta llegaría a tiempo para que el paje de los magos de Oriente la hiciera llegar a sus majestades y cargaran en sus camellos el ansiado regalo.
Que lejos quedan aquellos reyes magos de barba postiza, capas de alquiler y caras maquilladas con betún, aquel rey negro que te daba un beso y te dejaba la mejilla como el que vuelve de la mina si el mismo que se parecía al vecino del barrio pero en negro.
Os acordáis de aquellas cabalgatas que repartían caramelos, pitos y trompetas bajo una lluvia de confeti. Nunca me he explicado como al mismo tiempo en el barrio de mi amigo Rafa también ocurría lo mismo y al mismo tiempo ( cosas de la magia de los reyes por algo son magos.)
Y la noche mas larga del año que terminaba siendo la mas corta, a las siete de la mañana como muy tarde ya estaba toda la chiquillería en pie, cuando no eran los padres los que se encargaban de despertar a sus niños, después de ver con sorpresa que los tres chupitos y el plato de lechuga que habían dejado como recibimiento a sus altezas y camellos estaban vacíos y asomándose al comedor lleno de presentes gritaban.
¡¡ELS REIS ,ELS REIS HAN VINGUT ELS REIS!!
*Y el carbón, que no se olviden el carbón
Comentarios
Publicar un comentario
Venga asoma la nariz y dime algo puede ser de forma anonima si eres vergonz@